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jueves, 24 de marzo de 2011

El molino de viento

Jamás pensé ,que mis palabras y mis deseos pudiesen terminar encerrados en una cajita, sin posibilidad de ser escuchados. Mi vida comienza con una inocente sonrisa en la que otros ven debilidad grácias a su malicia, ya propiamente asignada de fábrica. Huvo un tiempo en que era imposible amordazarla, ahora sufre la doléncia trastocada de sucesos impartidos por terceros. Un día volví a sonreir, esa sonrisa me duro largo tiempo, pero termino esfumándose como el fósforo de las cerillas al tocar la jodida cajita. Cuando todas mis ilusiones se habían desvanecido, la sonrisa volvió a seguir mis pasos, y acabó encontrándome de nuevo.
El día en el que el viento acaricia levemente tu rostro, dejando tras de sí una bonita sonrisa,
y así, tan pronto como llega, se va.

3 comentarios:

  1. Es agradable perder la sonrisa propia, solo asi podemos reencontrarla y disfrutala antes de que vuelva a tocar la cajita...
    Saludos ;)

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  2. asi es al vida...sonrisas que el viento lleva y trae...
    pero que quedan todas guardadas en el corazon...
    no temas ...
    volveras a sonreir...siempre...


    un abrazo

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  3. Todo aquel que cree que una sonrisa, una lágrima, un sentimiento... puede encerrarse en una cajita, simplemente tiene un grave problema de sensibilidad. Para lo verdaderamente importante de esta vida el único contenedor posible es el corazón.

    Un placer leerte.

    Saludos.

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